El proceso - Franz Kafka: Uno de los más grandes logros para un escritor debe ser, sin lugar a dudas, que usen tu apellido como adjetivo. Éste es el caso de Kafka: aquello que consideramos kafkiano es el sinsentido, algo que nos ayuda a calificar situaciones absurdas de la vida.
El proceso es una de las obras donde mas podemos observar el adjetivo kafkiano, el sinsentido. Donde un hombre común y corriente se encuentra atrapado en un laberinto de culpas buscando un castigo. Desde el primer momento Kafka plantea a un protagonista angustiado haciéndole frente a situaciones intolerables.
Es un libro donde el lector puede frustrarse rápidamente con situaciones que quedan en la nada o en la redundancia usada perfectamente en algunas ocasiones.
En mi opinión, el libro proporciona una critica a la vida. Si en la cotidianidad es el sujeto quien posee la culpa, en la ficción, es la culpa quien posee al sujeto. El absurdo constante es justamente lo que nos puede llegar a frustrar porque como seres racionales buscamos justamente eso, racionalizar todo. Las situaciones cotidianas que se nos presentan, dónde muchas veces no obtenemos ayuda y no la podemos reclamar tampoco porque nadie es responsable. Ahí es donde nos ataca un poder inmanente que no tiene cara. Y es precisamente ahí donde Kafka apunta.
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